Felipe Cruz, el político que más veces ha cambiado de partido, ahora quiere ser Diputado Local del PRI

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Sin duda una de las figuras más controvertidas de la política en Colima es Felipe Cruz Calvario, nombre que constantemente se escucha como centro de atención por los señalamientos de enriquecimiento no en una, ni dos, sino en sus tres administraciones en la alcaldía de Villa de Álvarez.

Su trayectoria está marcada por los casi incontables cambios partidistas. Inició su carrera en el Partido Acción Nacional (PAN) y con estas siglas fue presidente municipal en dos ocasiones. Sin embargo, su lealtad política se desvaneció al migrar a Movimiento Ciudadano (MC) para ser nuevamente alcalde y, luego, brincó al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), donde obtuvo una diputación plurinominal para su esposa, aprovechándose de las alianzas estratégicas y electorales de este partido.

En su regreso al PAN, buscó una candidatura a la diputación local, levantando sospechas por su especial relación con Pedro Peralta, empresario con distintas concesiones gubernamentales en la entidad y con quien ha sido vinculado en muchas ocasiones en el pasado.

Hay que recordar que Cruz Calvario ha sido señalado de asuntos muy graves no hace mucho tiempo atrás; incluso grupos de taxistas interpusieron una denuncia de juicio político en su contra, en el Congreso del Estado, alegando irregularidades en la venta de un terreno municipal en la colonia Real de Caná, autorizada por él y la mayoría de su cabildo con regidores de Movimiento Ciudadano.
Esta acusación no es un hecho aislado, como lo expresó en su momento la regidora y ex alcaldesa de Villa de Álvarez, Yulenny Cortés León, sino un reflejo de una constante en la gestión de Felipe Cruz: el daño al patrimonio municipal en beneficio propio.

Por si fuera poco, también ha sido objeto de críticas públicas por presuntos actos de corrupción. En declaraciones de un artículo de Federico López Ramírez, se ha señalado que Cruz Calvario tiene habilidades para obtener favores financieros, incluidos los “moches” con diputados de diversos partidos políticos. Esta acusación se suma a la controversia en torno a la solicitud de Cruz en el congreso para aumentar el presupuesto municipal durante el año de la pandemia, destinando una parte sustancial de éste a gastos de representación y servicios personales.
En un contexto en el que la transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para el desarrollo de nuestro estado y nuestro país, la figura de Felipe Cruz continua siendo objeto de escrutinio público y debate político en Colima.